Esta semana estoy medio
romanticona, pero aclaro que no tengo novio, ni amigos con derechos, ni nada
parecido. Lo que pasa es que recientemente, como todo nuevo soltero, veo
parejas felices en todas partes y mi cerebro femenino, a diferencia del de un
hombre, me obliga a pensar cierto tiempo
del día en el amor.
El caso es que, como dicen por
ahí, cada relación te prepara para la próxima y mi caso no es la excepción.
Todos mis noviazgos, amoríos o enredos han sido muy diferentes y cada uno me ha
dejado una experiencia única, a veces para repetir, a veces para evitar o
incluso algunas para olvidar.
Sabemos que el amor como lo
conocemos (mariposas en el estómago, fascinación, ceguera) no dura para siempre
y luego se trata más de otras cosas. Cada persona tiene
su propia visión sobre el tema, la mía es quizás envejecer al lado no sólo de mis
hijos (por ahora no me entusiasma tener ninguno), sino de alguien que me haga
compañía cuando ellos se vayan de la casa (aunque un Cocker spaniel también
podría estar dentro de los nominados).
Mientras encuentro a dicha
persona trato de mejorar para que no tenga que lidiar con toda mi locura. Las
mujeres siempre andamos buscando nuestro príncipe azul tal y como lo soñamos y
esto sí que nos trae dolores de cabeza. Obviamente el susodicho que siempre buscamos no es más que un reflejo de
nuestra educación, de las recomendaciones de nuestras madres, de los cuentos de
hadas, etc.
Tenemos una lista interminable de
cualidades que tenemos que encontrarle al supuesto sujeto que olvidamos que ellos no
siguen ningún modelo de princesa y, de hecho, algunos a veces prefieren a las
madrastras malvadas. Mi punto es que perdemos el tiempo tratando de encontrar
al hombre ideal y olvidamos que todos son iguales y lo único que les importa,
al igual que a nosotras, es compañía.
Siendo así, y luego de toda una
profunda reflexión sobre mis experiencias amorosas, intentaré olvidar todo tipo de
lineamientos y simplemente valorar lo que los hombres tengan para ofrecerme.
Desde ahora no buscaré a un hombre ideal, ni a un príncipe azul, solo me daré la oportunidad de conocer gente y ver qué tienen para ofrecerme (aunque no fumar sería un punto a favor para cualquiera).