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miércoles, 24 de julio de 2013

Mi príncipe azul

Esta semana estoy medio romanticona, pero aclaro que no tengo novio, ni amigos con derechos, ni nada parecido. Lo que pasa es que recientemente, como todo nuevo soltero, veo parejas felices en todas partes y mi cerebro femenino, a diferencia del de un hombre, me obliga a  pensar cierto tiempo del día en el amor.

El caso es que, como dicen por ahí, cada relación te prepara para la próxima y mi caso no es la excepción. Todos mis noviazgos, amoríos o enredos han sido muy diferentes y cada uno me ha dejado una experiencia única, a veces para repetir, a veces para evitar o incluso algunas para olvidar. 

Sabemos que el amor como lo conocemos (mariposas en el estómago, fascinación, ceguera) no dura para siempre y luego se trata más de otras cosas. Cada persona tiene su propia visión sobre el tema, la mía es quizás envejecer al lado no sólo de mis hijos (por ahora no me entusiasma tener ninguno), sino de alguien que me haga compañía cuando ellos se vayan de la casa (aunque un Cocker spaniel también podría estar dentro de los nominados).

Mientras encuentro a dicha persona trato de mejorar para que no tenga que lidiar con toda mi locura. Las mujeres siempre andamos buscando nuestro príncipe azul tal y como lo soñamos y esto sí que nos trae dolores de cabeza. Obviamente el susodicho que siempre buscamos no es más que un reflejo de nuestra educación, de las recomendaciones de nuestras madres, de los cuentos de hadas, etc.

Tenemos una lista interminable de cualidades que tenemos que encontrarle al supuesto sujeto que olvidamos que ellos no siguen ningún modelo de princesa y, de hecho, algunos a veces prefieren a las madrastras malvadas. Mi punto es que perdemos el tiempo tratando de encontrar al hombre ideal y olvidamos que todos son iguales y lo único que les importa, al igual que a nosotras, es compañía.

Siendo así, y luego de toda una profunda reflexión sobre mis experiencias amorosas, intentaré olvidar todo tipo de lineamientos y simplemente valorar lo que los hombres tengan para ofrecerme. Desde ahora no buscaré a un hombre ideal, ni a un príncipe azul, solo me daré la oportunidad de conocer gente y ver qué tienen para ofrecerme (aunque no fumar sería un punto a favor para cualquiera).

miércoles, 17 de julio de 2013

Gente buena que me hace feliz

El 70% de lo que sueño se cumple (el 30% restante creo que generalmente ni lo quiero cumplir). Obviamente mis sueños son totalmente alcanzables y los he logrado trabajando con mucho esfuerzo, pero definitivamente la suerte también es un componente que siempre ha estado de mi lado. De hecho la mayoría de las veces se disfraza de personas que aparecen justo en el momento indicado: familia, amigos, colegas, novios, compañeros de estudio, de trabajo, etc. Otras veces la suerte se ha disfrazado de desconocidos y últimamente son los que más me han asombrado .

En este último grupo se encuentran dos personas que me han regalado motivos para sonreír y recordar que los buenos somos más y por eso quiero resaltar dos “simples” hechos en los que se ven involucrados. Hace algunos meses necesitaba conocer cierta información sobre la beca de Colfuturo y, gracias a la maravilla del Internet, contacté a muchas personas desconocidas por Linkedin con el fin de encontrar respuestas. Pensé que todos iban a responder con excusas de tiempo, pero hubo una persona que me sorprendió por su extrema amabilidad (además que es de Bogotá…chiste regionalista, sin ofender). Desde entonces, no sólo me ha ofrecido su completa colaboración, sino que resolvió mis dudas, leyó mi ensayo, me envió recomendaciones y hasta me consiguió habitación para vivir y todo por medio de cortos mensajes de Linkedin… Esto es demasiado.

Por otra parte, pero usando los mismo medios, contacté a una persona de Italia que estudió exactamente la misma maestría que yo voy a estudiar. Mi idea era lograr una corta opinión sobre el programa, pero resulta que también me ofreció su número de teléfono, recogida en la estación del metro e incluso un tour por la universidad y los sitios de la ciudad. Definitivamente estoy hecha. Me gusta agotar todas las posibilidades, pero la verdad nunca pensé encontrar gente tan amable. Y no es que yo sea mala gente y esto me parezca salido de un cuento, pero hay que reconocer que las personas ya viven muy ocupadas como para ayudar a los demás. Ahora solo quiero que alguien me escriba a mí y que sea yo quien pueda devolverle tanta amabilidad al mundo. 

A veces olvidamos que hacer feliz a la gente es tan fácil como sonreír, responder amablemente, regalar cumplidos y sobre todo agradecer. Si todos hiciéramos diariamente algún gesto pequeñito por los demás viviríamos en un mundo mejor (frase de cajón necesaria). Desde ahora trataré de recordarlo, sonreír a extraños, acompañar al que pide indicaciones, leerle los precios a las viejitas en el mercado, mejor dicho, estar atenta para ayudar a los demás. 


jueves, 4 de julio de 2013

Y me conseguí la beca... ¡Weeepaa!

Luego de casi 3 años como traductora in-house, me urgía cambiar de ambiente. Mi primera opción era darme un año sabático en India enseñando español, haciendo yoga, visitando el Himalaya, etc. Mi segunda opción era seguir estudiando y mejorar mi perfil profesional.  Ambas escenarios me parecían igual de tentadores, pero las necesidades económicas sugirieron que estudiar era lo más sano para mi bolsillo, así que por eso decidí ser estudiante nuevamente.

Como no me interesa investigar, por ahora, busqué 4 maestrías de profundización en temas como traducción e interpretación, todas en UK. En enero de 2013 envié dos solicitudes y en febrero las dos restantes. Ambos meses pasaron lentamente mientras me llenaba de sentimientos encontrados, pues a pesar de tener esperanza, el “fracaso” también era un escenario.  

Revisé mi correo electrónico cada hora todos los días, hasta que finalmente me llegó un test de traducción de la Universidad de Essex. Así fue como empezaron a llegar una tras otra las ofertas de las 4 universidades. Paralelamente también buscaba las tan anheladas becas completas, sin ningún éxito.

Siempre creí que era posible estudiar tranquilamente patrocinado por alguna entidad y que en su momento encontraría la opción apropiada, pero es totalmente falso que hay becas para todo. Lo que si es verdad, es que gracias a la interdisciplinariedad, las profesiones pueden camuflarse unas con otras y los ensayos se pueden acomodar para estar dentro de los ganadores (el ejemplo más claro es Diego Rosselli, ganador de 9 becas). No encontré becas completas, pero encontré algunas que pueden combinarse.  En total me presenté a 4: Colfuturo, Santander, Enlaza mundos y OFID.

Esta última respondió de inmediato que mi aplicación había sido rechazada, pues al parecer no fui convincente al escribir sobre el desarrollo y la paz mundial, los temas que ellos querían apoyar :S.  Santander va a responder el 1º de agosto, lo que me deja dos meses para formalizar la beca, completar papelería, sacar la visa y comprar el tiquete. Enlaza mundos responderá el 11 de julio y Colfuturo ya respondió.

Antes de resumir el caso de Colfuturo aclaro que es un crédito-beca, es decir, te dan cierto dinero y te condonan solo el 50% si regresas al país; el resto debes pagarlo al volver. No me molestaba ganarme una deuda con tal de poder estudiar lo que quería, así que organicé mi aplicación minuciosamente y la envié. 

El sábado 29 de junio pasé todo el día pegada a la página web de la organización esperando los resultados. En la tarde agregaron un link “Lista de beneficiarios” que lastimosamente solo funcionaría a las 00:00 del 30 de Junio. cansada de tanta emoción, a esa hora ya me había vencido el sueño. Sin embargo, mi celular me despertó con su agradable sonido (Pii Pii) y ahí estaba la respuesta de Colfuturo, a las 00:23, asunto: ¡Felicitaciones! 

Me gané la “beca”, estaba fría.

En resumen, hoy cuento con los primeros 25.000 dólares para mis estudios, la mayoría destinados a la matrícula, y aun debo conseguir otros diez mil para el sostenimiento. Espero recibir al menos una de las dos becas restantes y aún no he pensado que pasaría si no llegara a ocurrir. Por ahora estoy tranquila, disfrutando de la deuda en la que me metí y totalmente feliz de estudiar interpretación y subtitulaje.